VEJA: entre el diseño y la responsabilidad social

Las zapatillas de la “V” al costado que combinan con todo. A simple vista, las VEJA pueden gustar por su aspecto clásico y minimalista, pero su éxito radica en mucho más que eso. Sostenibilidad, comercio justo y nada de dinero invertido en publicidad. Aquí te contamos la particular historia de esta marca.





La firma francesa VEJA fue creada en 2005 por Sébastien Kopp y François-Ghislain Morillion, dos amigos a cargo de una ONG que ofrecía a grandes marcas de moda y alimentación estudiar sus políticas de responsabilidad social corporativa alrededor del mundo. Este trabajo los tuvo en el corazón de estas compañías, visitando sus fábricas y cultivos en países como China, Vietnam, Brasil y la India, buscando mejores condiciones para sus trabajadores y para reducir la contaminación en el proceso de producción. La decepción diaria que esta tarea conllevaba en terreno, los condujo a crear su propia empresa, donde pondrían en práctica sus ideales. Pero, ¿qué podrían fabricar? El plan fue repensar la creación de un producto bien popular.








“Decidimos hacer zapatillas porque este producto es un símbolo de nuestra generación y nuestra época. También es un producto que cristaliza los principales problemas de la globalización a través de su producción, difusión y uso”, explican ellos en su sitio web. No eran diseñadores, pero con el tiempo, en eso se convirtieron. Respecto a cómo fabricarían estas zapatillas, tenían claro que el proceso debía ser limpio y transparente.












Una de las materias primas es el algodón orgánico y de comercio justo. La marca hoy lleva más de 15 años adquiriéndolo -y a un precio acorde con el mercado- directamente de agrupaciones de agricultores de Brasil y Perú que lo cosechan respetando a las personas  y al medio ambiente. Con el fin de reducir el impacto ambiental, VEJA también trabaja con ONGs que prestan apoyo técnico a los productos de algodón para ayudarlos a adoptar la agroecología y proteger sus cosechas. Esto es importante porque a diferencia de las explotaciones intensivas de algodón, el algodón agroecológico se cosecha en el mismo campo que los cultivos de subsistencia, sin fertilizantes químicos ni pesticidas.





Otra de las materias primas principales es el caucho amazónico, que se utiliza para las suelas de todas las zapatillas VEJA (entre un 20 y 30% de cada suela está hecho con este material). El caucho lo consiguen directamente de las cooperativas formadas por las familias de recolectores (seringueiros). Durante la temporada del caucho, los seringueiros, quienes viven del bosque y dependen de él para sobrevivir, tienen autorización para cosechar y explotar los árboles de caucho siguiendo un camino que solo ellos conocen. Este circuito permite que los árboles se regeneren. De acuerdo a la información que brindan, VEJA paga el doble del precio del mercado por este material.  “Aumentar el valor económico del bosque al final es protegerlo”.








Una zapatilla VEJA es cinco veces más costosa de producir que una zapatilla de alguna otra gran marca, explican. Esto se debe a que el proceso de producción es muy distinto. También es distinto cómo la marca aborda la publicidad. No hacen anuncios. “El 70% de los gastos de una marca de zapatillas está asociado a la publicidad. Al eliminar esto, podemos invertir en la realidad y no en la ficción. Desde que descartamos la publicidad, nuestras zapatillas se pueden vender a precio similar que otras marcas. En lugar de creer en la publicidad para tener un impacto, preferimos creer en la inteligencia colectiva”.



VEJA ya se encuentra disponible en www.bold.cl