VANS X TONY ALVA: HOMENAJE A CUATRO DÉCADAS DE SKATEBOARDING

Para rendir tributo a la larga y fructífera carrera de Tony Alva y su impacto en la cultura del skateboarding, Vans ha lanzado una colaboración con su marca, Alva Skates. La colección se inspira en la exploración creativa de Tony y su trayectoria, pero antes de contarte al respecto, repasaremos por qué estamos hablando de una eminencia dentro del skate y cómo fue que terminó ayudando a Vans a diseñar una de sus siluetas más icónicas.






A fines de la década del ‘60, el surf era la novedad en California. Tony Alva, de 10 años, frecuentaba por ese entonces la zona del muelle de Santa Mónica, viendo a los surfistas que se juntaban allí. También tenía su tabla, pero para andar sobre el pavimento, en las calles de Dogtown, el vecindario de bajos recursos donde vivía. Muchos chicos como él andaban en skate descalzos por ese entonces, tratando de imitar a aquellos osados que se paraban sobre las olas.


 
Para el ‘72, Tony junto a Stacy Peralta y Jay Adams -otras leyendas del skate- formaron el crew Z-Boys, tomando su nombre de la tienda de tablas de surf Zephyr. Los Z-Boys se dedicaban a surfear por la mañana y a patinar por la tarde, haciendo recados para los dueños de la tienda. Fueron de los primeros por ese entonces en usar piscinas vacías para andar en skate, así se empezó a practicar el skateboarding vertical. Tony, de hecho, fue de los primeros en dominar la técnica del “frontside air”. “Ahí es donde están las sensaciones fuertes”, dijo en una entrevista por aquellos años. “Cuando patinas bien en una piscina y la atacas a fondo, es como volar”.



El grupo fue creciendo y ya en el ‘75, participaron en la primera competencia nacional de skate. Sus contrincantes eran rubios, ordenados, atléticos y sabían cada truco del manual, podían hacerlos de manera mecánica. Ellos, por el contrario, eran como una tribu de punks. Desprolijos, carismáticos y con un estilo radical y agresivo sobre la tabla. Dejaron a todos impresionados. Tony y su crew comenzaron a hacerse bastante conocidos en el ambiente, se convirtieron en una sensación.


Vans ya estaba en la escena, aunque era una compañía joven que se había fundado hacía menos de una década atrás. Aún era un negocio familiar, no un imperio. Todos los skaters de la zona de Santa Mónica y Venice usaban la Authentic, por entonces llamadas Style #44. Hasta que llegó su evolución.




Fue Tony Alva quien, en el ‘77 junto a Stacy Peralta, le sugirió a Paul Van Doren modificar esa zapatilla, volverla un poco más amigable para andar en skate. Eran fanáticos de su suela de waffle adherente, pero según ellos, le faltaba ser más acolchada en sus bordes y contar con un poco más de soporte en el talón. “No nos importaba mucho la tecnología, solo queríamos zapatillas que tuvieran estilo y fueran cómodas”, ha comentado Tony. Así fue como nació la Era (Style #95), la primera zapatilla diseñada por y para skaters. “Vans representa el estilo californiano. Donde quiera que vayas en el mundo, sea Tokio, París o São Paulo, hay chicos usando Vans, viéndose como si fueran de Cali. Eso es muy cool”.
 


Ese mismo año, con tan solo 19, el atleta creó su propia marca, Alva Skates. La primera compañía fundada y administrada por un skater. El skateboarding estaba en su mejor momento y Tony también. Mientras se dedicaba a diseñar equipamiento y ropa, se dio la vuelta al mundo participando en competencias y ayudando a popularizar los skateparks. Era una fuerza dominante en la disciplina, un ícono.
La racha duró unos cuantos años, hasta que en la segunda mitad de los 80s, el interés por el skateboarding comenzó a decaer y para inicios de los 90s, la recesión mundial terminó por matarlo. No había lugar para competencias ni sponsors. Muchas compañías del rubro se fueron a quiebra y muchos skateparks cerraron sus puertas. Fue una época dura para los atletas, especialmente para Tony, quien atravesó problemas personales y una adicción a las drogas.


También fue un periodo difícil para Vans, hasta que a mediados de la década, el skate comenzó a tener su resurgimiento, con eventos como los X Games. Vans, por su lado, además de volver a tener presencia en competiciones, creó el Warped Tour, festival que tuvo 25 ediciones a lo largo de los años, mezclando los deportes extremos con la música. Y a medida que llegó la década del 2000, la marca se terminó convirtiendo en sinónimo de la cultura skater.

A Tony Alva también le sentó bien la llegada del nuevo milenio, pudo recuperarse y continuar apoyando a la comunidad a través de su marca, Alva Skates, promoviendo el deporte en las nuevas generaciones. También le permitió explotar su creatividad dentro del arte y la música, hasta llegando a exponer algunas obras en museos y galerías.









“El skateboarding se trata sobre perseverar. Podemos caernos y rompernos los huesos, pero nuestro espíritu no se rompe”, ha dicho Tony, quien a sus 66 años, se mantiene como atleta del Team Vans.

Para celebrar ese espíritu es que llega su nueva colaboración con la marca, que incluye tres variaciones de la Authentic 44. Una de ellas, en tonos marrón y rosado y suede con print de leopardo, en homenaje al diseño de las tablas Alva Skates de los ‘70. Otra, en versión Halo Multi, que recrea el efecto halo de las tablas de los años 80 con un estampado degradado, y una última versión con upper en tono Navy, de lona acolchada y patrón bordado de hojas de loto en blanco. La colección también se complementa con algunas prendas.





Ya puedes encontrar la colaboración Vans x Alva Skates en bold.cl y nuestras tiendas.