NIKE SHOX: ENTRE LA CALLE, EL DEPORTE Y LA ALTA COSTURA

Fue creada por el diseñador de las Air Force 1, que se inspiró en diseños de trajes espaciales para crear la suela con resortes. Se hizo famosa en un mítico partido de baloncesto gracias a Vince Carter, y fue adoptada por tribus urbanas a lo largo de todo el mundo. La Nike Shox ha tenido un recorrido del que pocos pares podrían presumir.




Muchas personas creen que la moda es lineal. Que avanza, recta y segura, de un estilo a otro conforme pasa el tiempo. Hay otras, sin embargo, que creen que la moda es cíclica: que esta se va reciclando una y otra vez, recuperando algunos gestos y objetos del pasado para volver a traerlos aquí cada vez que pueden. Y la Nike Shox es un par de zapatillas que están del lado de esta teoría.


La Shox llegó al mercado en el 2000, una época en Nike tenía a muchos compradores comprometidos. Estaban perdidamente enamorados de las Air Max, de su estilo y comodidad. La Air Max ’97 parecía dominar los gimnasios, los entrenamientos de trote suave y también las fiestas. Y, a pesar de que los diseñadores y ejecutivos de Nike estaban muy contentos con ese resultado, no estaban dispuestos a cruzarse de brazos y celebrar su éxito. Querían llevarlo un poco más allá. 
Así fue como llamaron a Bruce Kilgore. Kilgore ya se había consagrado, en ese entonces, como uno de los diseñadores más rupturistas de Nike. Había inventado el diseño de la mítica Air Force 1, y los ejecutivos sabían que en su cabeza estaban los modelos de vanguardia que necesitaban. Kilgore se sentó a trabajar en un modelo que revolucionara la forma de entrenar. Comenzó su investigación revisando planos de trajes espaciales.

 
La obsesión del equipo de Kilgore fue hacer una zapatilla digna del año 3.000 y llevarlas a su época, con una tecnología potente y cautivadora. En ese entonces, las cámaras de aire estaban en una gran parte de los modelos de Nike, así que lo primero que pensaron fue en un soporte que resultase revolucionario.
Kilgore y su equipo se inspiraron, primero, en los pistones de la tecnología espacial. Veían en esa mecánica, que subía y bajaba, una oportunidad de soporte e impulso en un solo movimiento. Trabajaron desde ese punto de partida y llegaron a una tecnología que parecía más un resorte, pero resultaba igualmente sorpresiva que su idea original.



La Nike Shox fue lanzada al mercado, entregada a deportistas profesionales, y se convirtió en un ícono casi de inmediato. Muchas personas creen que esto fue gracias a Vince Carter, que, luciendo un par de Shox BB4 en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, se clavó sobre el basquetbolista francés Frédéric Weis. Vince Carter era una máquina de las clavadas, eso era un hecho, pero lo sorpresivo de esa en particular es que Weis medía 2 metros con 18 centímetros. Algunas personas incluso llegaron a especular que esa volcada fue el inicio del descenso en su carrera. El hito deportivo fue bautizado como “le dunk de la mort” (la clavada de la muerte).


 

El fanatismo por Carter hizo que los aficionados al básquetbol comenzaran a comprar la BB4 en masa (la marca incluso lanzó un par conmemorativo cuando Carter cumplió 41 años). Pero ese no era el único lugar donde las variantes de las Shox comenzaban a ganar terreno.
 
El mismo año en que Carter hizo una clavada que pasó a la historia, Nike también lanzó la Nike Shox R4, un modelo para correr que ganó fama rápidamente entre los levantadores de pesas, y distintas tribus urbanas las fueron adoptando alrededor del mundo. En Inglaterra, sobre todo, fue conocida como la zapatilla del movimiento Grime: una conjunción entre el hip-hop, el drum and bass, el jungle y el UK garage. Zapatillas particulares para un estilo particular.



En Sudamérica encontraron un nicho entre los adeptos al hip-hop, la cumbia y el reggaetón. La Nike Shox fue ganando terreno de manera lenta pero sostenida, y entre el 2006 y el 2008, estaba en todos los colegios, las calles y hasta partidos de fútbol. Uno de los modelos más exitosos en el mercado local fue la NZ, que tuvo un impacto tan incalculable que incluso comenzaron a hacerse modelos piratas que los fans consideraron como reales.


Probablemente, el más recordado de los bootlegs de las Shox, haya sido la Nike Shox Dollar, una presunta NZ particularmente ostentosa, que tenía un diseño de billetes de dólar en toda la zapatilla, con detalles dorados en el swoosh, los resortes y el logo de la lengüeta. Era realmente curioso ir paseando por esa época, ver un par de Dollar y creer que esas personas estaban vistiendo algo realmente exclusivo. Ese modelo, que se instaló en el imaginario colectivo, en realidad nunca existió en las fábricas de Nike.




Lo que sí existieron fueron una serie de colaboraciones míticas. Desde entonces, Nike ha lanzado diseños como la Nike Shox x Supreme, Nike Shox Skepta, en colaboración con el exponente del grime británico, o la Nike Shox Commes des Garçons, que rompió con la línea clásica del modelo poniéndole una cadena que rezaba el nombre de la marca sobre un par de Nike Shox TL
Las Shox fueron pasando de moda, no por alguna deficiencia en su tecnología, ni tampoco por problemas con su diseño. Simplemente, los fans comenzaron a poner los ojos sobre los nuevos modelos que se lanzaban. Una historia que se repite una y otra vez. Sin embargo, cuando Nike relanzó la clásica Nike Shox TL, la retromanía cayó sobre el par. La gente volvía a tener, de pronto, sus clásicas zapatillas con resortes, ahora probándolas con nuevos outfits y combinaciones de colores.
Y, como al principio de su historia, las Shox siguen queriendo estar a la vanguardia. Esta vez, con la colaboración con la famosa diseñadora Martine Rose. Un par de Shox R4 intervenido, más puntiagudo, con detalles
y el borde del swoosh reflectantes, y una entresuela de phylon en el antepié.

Los grandes modelos siempre vuelven, y es probable que ahora que llegó la colaboración de Martine Rose, volvamos a ver las clásicas R4 y NZ en las calles.








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