Impresión 3D: lo nuevo en la industria de las zapatillas

Así como la mayoría de industrias manufactureras del mundo, la del calzado también tiene su vista puesta en cómo lograr procesos de fabricación más sustentables y en generar productos reciclables bajo los principios del gasto cero.



Es por ello que hace ya algunos años se ha empezado a trabajar en la digitalización del prototipado y en la incorporación de la tecnología de impresión 3D para la producción. Esto permite, además de acelerar los procesos y hacerlos menos contaminantes, que los diseñadores puedan ir más allá con sus creaciones por la posibilidad del prueba-error hasta lograr el resultado deseado, la distribución de los diseños de forma digital, e incluso, en un futuro no tan lejano, la opción del diseño do-it-yourself y la impresión del zapato en tu propia casa.








La industria se abre a un mundo de posibilidades creativas y productivas que no requieren la deslocalización de la fabricación, y se modifican las estrategias y los equipos de las grandes marcas. Ya es una realidad la demanda, por parte de los usuarios, de productos que no generen un impacto en ningún momento de su ciclo de fabricación, que estén hechos con materiales reciclados y, a su vez, sean reciclables una vez se quieran desechar.



El material estrella de la impresión 3D de zapatillas es el conocido como TPU, o poliuretano termoplástico, porque garantiza calzados duraderos pero flexibles que se adapten a distintos pies y tipos de pisada, pero ya se están creando y patentando otros materiales más evolucionados.








Aunque hay varias marcas que se han dedicado exclusivamente al diseño de calzado para su impresión 3D y a la experimentación con los materiales, como Iris Van Herpen, Wiivv, Prevolve u Organic, las grandes marcas de zapatillas trabajan desde hace años en esta línea y adidas, Nike, New Balance o Under Armor, ya han lanzado varios de sus diseños con impresión 3D, como las FutureCraft 4D de adidas. Cabe mencionar que no todos los componentes de estas zapatillas suelen ser impresos con esta tecnología, sino que se limitan a las suelas y a otras partes más rígidas, aún así algunos diseñadores, como Olivier Van Herpt o Nicholas Unis, están investigando para crear un calzado hecho 100% mediante impresoras 3D.








Estas tecnologías combinadas con materiales reciclables o biodegradables, como las zapatillas hechas con legumbres de Cyclon, las cuales se deben devolver a la marca una vez completan su ciclo de vida para que las puedan convertir en nuevas zapatillas, están revolucionando una industria necesariamente cada vez más comprometida con las causas medioambientales.

Todas estas aproximaciones a formas más sostenibles de producir y consumir indican no solo la necesidad urgente de buscar nuevas vías no contaminantes que respeten el medioambiente en todos sus procesos, sino también el interés de la industria y los usuarios en invertir en las nuevas tecnologías que permitan hacer ese paso hacia adelante por un planeta más “sano” y saludable.