ESPORTS: Cómo los videojuegos se convirtieron en un deporte profesional



Pocos ámbitos han crecido tanto en el nuevo milenio como el de los videojuegos. Antes visto como solo una actividad para el ocio y entretenimiento en casa, hace ya bastante que el gaming ganó popularidad al punto de ser reconocido como un deporte de competición, propiciado por el entorno digital contemporáneo. Se transformó en los llamados esports, donde al igual que en deportes como el fútbol, existen jugadores profesionales, ligas, auspiciantes, derechos de transmisión por streaming de partidas y torneos con premios millonarios.


Para entender mejor este fenómeno social, hablamos con Francisco Robin, jugador profesional y socio de Furious Gaming, uno de los equipos latinoamericanos más potentes.








No hay dudas de que el crecimiento del gaming tuvo su base en el desarrollo tecnológico sin pausa que se ha dado en las últimas décadas, pero también hubo otro factor importante, el aumento de los recursos económicos destinados al sector. Recursos que, al menos desde 2018, dejaron de venir exclusivamente desde las empresas directamente asociadas al desarrollo de videojuegos. Ese mismo año, adidas marcó un hito al hacerle una camiseta a North, el equipo de eSports del club de fútbol danés FC Copenhagen y ya en el 2019, la marca de las tres rayas empezó a crear zapatillas y chaquetas especialmente para equipos de eSports, como Team Vitality y Team Heretics.






Nike también se sumó al movimiento en grande, firmando un trato de cuatro años con la liga profesional china de League of Legends, para vestir a todos los competidores. PUMA, mientras tanto, terminó de confirmar la tendencia, cerrando un acuerdo con el equipo Cloud9. De repente, los gamers tenían a grandes marcas respaldándolos.


"Mi carrera empezó enfocada en los negocios. En el año 2010 fundé una casa de ventas de productos informáticos exclusivamente para gamers. En 2012, Furious Gaming nos contacta y patrocinamos su equipo de esports. En el transcurso del tiempo fundé mi propio equipo (Hafnet Esports) y cofundé otra empresa (Hero Esports), que se encarga de entregar información en tiempo real de lo que sucede alrededor del mundo competitivo de los esports. Luego de que la liga latinoamericana de League of Legends se unió, me hice socio en Furious Gaming”.







Fanático de los videojuegos desde los tiempos de los disquetes, Mario Bros y el Sega Genesis, Francisco tiene una perspectiva histórica del gaming en general y los esports en particular. “Creo que uno de los hitos principales en cuanto al crecimiento y consolidación en la industria del gaming fue el avance de la tecnología. Esto permitió que, a través de los años, y cada vez en forma más escalonada, las diferentes personas tengan acceso a entretenerse a través de videojuegos, cosa que hoy cualquiera puede hacer desde su teléfono incluso”.



“En cuanto al mundo del gaming competitivo, empezó a crecer exponencialmente con internet, esto fue muy importante. Antes necesitabas ir a un cibercafé para poder jugar con otras personas en vivo. Con el tiempo, esta tendencia de competir no para de crecer, tanto en el nivel de aficionado jugando juegos online, hasta ser profesional y vivir de esto, no solo porque seas de los mejores en un juego, sino que el ecosistema hoy crece tan aceleradamente que salen juegos nuevos, hay jugadores profesionales y audiencia que lo consume”.




La experiencia de Francisco Robin también le otorga una visión de la escena mundial de los esports y del lugar que ocupa Latinoamérica dentro de ella. “La industria de los esports no para de crecer, hay varios países en los que ya son considerados un deporte, los jugadores tienen varios derechos, como visas y más cosas. Ya se están planificando juegos olímpicos de esports, incluso. Es algo que llegó para quedarse y ser cada vez más grande”.


“Latinoamérica hoy se considera una 'región emergente', creciendo a mucha velocidad. Esto por un lado genera la demanda de buenos jugadores, porque cada vez estamos más cerca en el nivel deportivo con otras regiones, y por otro lado también genera que se atraiga el interés de las diferentes partes de esta industria: equipos profesionales, jugadores, inversores, publishers, organizadores de torneos, marcas patrocinadoras, fans”.
Por todo eso, su síntesis de lo que significan hoy los videojuegos es categórica: “Estamos ante la industria de entretenimiento más grande del mundo, más que la música y el cine combinados”.