Corea del Sur: el nuevo futuro



Por décadas, en Chile las personas crecieron con la imagen de Japón como “el país del futuro”, con justa razón. Es evidente que los nipones ese título no lo han perdido, pero es igual de evidente que, a ojos de las nuevas generaciones, actualmente lo comparten. Y aunque sigan siendo China y EE.UU. los países más grandes y económicamente más influyentes del mundo, ha sido Corea del Sur el que ha logrado un posicionamiento cultural especial en el imaginario chileno (y, probablemente, también en el imaginario latino y hasta occidental en general).

Más allá de si han sido los grupos de K-Pop, las películas, los videojuegos u otros factores los responsables de este fenómeno, conversamos con Daniel Cuche -chileno que vive en Corea del Sur hace 11 años- sobre la visión de ese país como un “referente de futuro”.







“Yo llegué a Corea a inicios del 2010 y de partida el ambiente futurístico era incomparable. Desde pantallas gigantes por todos lados y paneles touch del tamaño de una persona en todas las estaciones de metro, con un sistema de navegación interactivo para saber qué metro tomar”.

Tecnología que impactó de entrada a este ingeniero de Hyundai. Pero había mucho más: “Viviendo más de 10 años en Seúl, creo que nunca he tenido una llave. Las cerraduras siempre han sido con clave electrónica, con un tag o incluso con huella. De todas maneras, creo que fuera de Seúl aún hay muchos lugares donde las llaves existen”.



A lo anterior se suman otros detalles, como que casi no hay lugares cerrados sin losa radiante o algún sistema para calentar el piso. No es un lujo tecnológico vacuo: obedece a la costumbre ancestral de quitarse los zapatos antes de entrar a una casa, sala o habitación. Y así como hay prácticas culturales tradicionales que también se sirven de la tecnología, hay otras más novedosas que no tienen relación con ésta.

“Yo diría que lo más particular de la rutina en Seúl es la vida en los cafés. Porque aquí, aunque haya Starbucks en cada esquina como en muchos otros países, son una fracción pequeña del mercado. Todos los días se va al café en algún momento. En la mañana o luego de almorzar, se va para estudiar, o para juntarse con amigos, todos los días. De hecho, siempre que uno va a un café puede ver muchas mesas con mochilas o notebooks ahí tirados solos, de gente que está guardando su puesto. Muchos abren las 24 horas y tienen hasta 5 pisos. Diría que es imposible estar parado en alguna ciudad en Corea y no tener un café a una distancia caminable. Si es dentro de Seúl, 10 o 20 cafés a distancia caminable”.






La tranquilidad con la que se puede caminar por las calles de Corea del Sur es otra característica distintiva. Sin embargo, al menos en las noticias que vemos a este lado del mundo, pareciera que Corea del Norte es una amenaza constante. Daniel lo niega.

“Aquí la mayoría de los mapas no están ni divididos. La península de Corea es y ha sido siempre la península de Corea, y en muchos colegios siguen enseñando Corea como todo Corea. Que el norte esté dividido y no se pueda entrar se sabe que es algo temporal, por razones obvias, pero muchísima gente tiene familia en el norte. Y sobre el miedo, pues creo que en los 90s se hacían ensayos como 'Operación Deyse', pero en versión 'caen bombas' en vez de 'terremoto'. Pero desde que yo vine, en todas las múltiples instancias en que en las noticias internacionales han dicho que en Corea estalló la guerra, aquí nadie ha dado bola”.

Con esa certeza de paz, pareciera que no queda más que pasarlo bien. ¿Qué es lo que más disfruta este chileno en una sociedad tan altamente confiable y tecnologizada?

“Para ser sinceros, lo que más disfruto tiene que ser la velocidad y disponibilidad del internet. Desde hace años que tengo 1Gbps en la casa, y de hecho el 4G en Corea funcionaba tan rápido, que ahora que tengo 5G la verdad ni siento la diferencia. Es que nunca más supe lo que era tener que cargar un video o una película, y descargar archivos de 50GB es algo casi normal que se puede hacer en un rato. Y no importa si uno está en la punta del cerro o en medio del campo, la señal llega igual”.






A la hora de las reflexiones con más de una década de experiencia, Daniel resume a Corea del Sur como un lugar que está siempre evolucionando.

“Al final, yo diría que lo más sorprendente de Corea es su constante cambio, y la velocidad a la que avanzan, tanto en términos tecnológicos como culturales. Como comentaba, aquí ya llevo más de 1 año usando 5G, es el primer país con mayor adopción. Las micros eléctricas también llevan mucho tiempo, pero no solo eso, también hay calles que recargan las baterías de las micros inalámbricamente”.

“Los coreanos no pierden tiempo al momento de avanzar. De partida, tienen que pensar que en 1953, al final de la guerra de Corea que arrasó con todo, este era un país mucho más pobre que Latinoamérica. Y bueno, ahora es uno de los más ricos del mundo”.



“Hoy en día, cuando hay una moda nueva, todas las tiendas se demoran 10 minutos en adoptarla, y luego de una semana ya es un estándar. El avance de la cultura laboral tampoco lo para nadie. Corea es quizá 'famoso' por el arduo trabajo y largas jornadas, pero hace unos años se demoraron un mes en cambiar de eso a horario de trabajo flexible. Yo puedo marcar entrada a las 10 de la mañana e irme a la casa las 3 de la tarde y nadie me dice nada, siempre y cuando complete 40 horas semanales”.

“Así mismo ahora se cambió a trabajar desde la casa, y todo continúa sin problema. Por eso yo creo que aquí se logró frenar el avance del Covid en una semana -casi literalmente-, pues toda la gente se adaptó a la nueva manera de convivir con el Covid de una vez, y nunca fue necesario decretar cierres ni cuarentenas generales”.