LOS NUEVOS SUPERHÉROES: MÁS HUMANOS, MENOS SÚPER Y MENOS HÉROES



Mientras Superman, Iron Man y Spider-Man siguen apareciendo en superproducciones dirigidas principalmente a niños y adolescentes, hoy contamos con nuevos universos de personajes musculosos voladores que, a diferencia de lo que proponen las películas con superhéroes tradicionales, no se quedan en el despliegue pirotécnico de sus habilidades.







En el último tiempo se ha registrado una clara inclinación a darle un giro a la figura arquetípica del bienhechor superpoderoso con traje y capa. Faltando menos de una década para que Batman cumpla 100 años, esa tendencia resulta necesariamente refrescante.

Para nadie es discutible que los Avengers podrán juntar todas las Gemas del Infinito que quieran, pero jamás serán material para un Oso de Plata en Berlín o una Palma de Oro en Cannes. Y si Robert Downey Jr. vuelve a estar nominado a un Oscar, no será por su interpretación de Tony Stark.


Al otro lado del espectro, hablando de propuesta en general y guión en particular centrados en superhéroes, encontramos no menos de tres ejemplos que ya han cosechado reconocimientos valiosos y seguramente lo seguirán haciendo.

Dado su impacto masivo, The Boys, Invincible y Jupiter's Legacy se han posicionado como referentes de una nueva forma de enfocar las vicisitudes de personajes superpoderosos. Las tres series comparten una característica esencial: entienden la diferencia entre hacer una historia de superhéroes y una historia con superhéroes. 







Tal como ocurrió con los enmascarados y encapados clásicos, los nuevos supertipos también nacieron en el universo bidimensional de las viñetas.

The Boys, el cómic, es una obra de Garth Ennis con ilustraciones de Darick Robertson que se publicó entre 2006 y 2012. Recibió varios reconocimientos y nominaciones, la más importante en 2008 cuando quedó entre los finalistas del Premio Eisner, el equivalente a los Oscar en la industria del cómic.

La versión audiovisual producida por Amazon para su plataforma Prime Video ha respetado en gran parte el guión original de Ennis. Y le ha sumado el valor agregado de un elenco de primer nivel, con pocos rostros conocidos para el público masivo, pero muy carismáticos y más talentosos.

En The Boys vemos el lado más oscuro de los superhéroes. Es difícil determinar cuál de todos los personajes principales está más alejado del espíritu bonachón-ingenuo-intachable que caracteriza a Superman y, en mayor o menor medida, a casi todos los héroes superpoderosos tradicionales. No hay capítulo en el que alguno de los personajes no haga -o sea- un comentario sobre el concepto de la mujer-objeto (Starlight), la inseguridad masculina (The Deep) o la supremacía blanca (Stormfront), entre muchos otros.

Volviendo al tema de los reconocimientos, esta serie ha conseguido una propuesta de un atractivo amplísimo. Desde niños no tan chicos hasta adultos nada de jóvenes disfrutan con ella, y a nivel de la crítica especializada la recepción es similar. Varias nominaciones y premios en eventos tan distintos como los Emmy y los MTV Millennial Awards así lo demuestran.




Invincible se publicó entre 2003 y 2017, marcando un éxito pocas veces -o quizás nunca- visto para una serie original alejada de Marvel y DC. Fue la casa editorial Image la que respaldó la idea del guionista Robert Kirkman y el dibujante Cory Walker. Kirkman es también el productor ejecutivo de la serie animada que lanzó Amazon este año, asegurando que se conservara su propuesta con ciertos ajustes necesarios para el formato audiovisual.

Invincible se centra en la vida de un adolescente que es hijo del superhéroe más poderoso del mundo.  Su mayor cualidad es la maestría con la que la historia principal se nutre de géneros tan diversos como el thriller policial y el drama, resignificando muchos clichés del género superheroico.

En Invincible los héroes y las personas comunes sangran. Y mueren. Sus ojos explotan en sangre, sus cuerpos son mutilados con el desenfado del mejor cine gore de antaño, se sienten las quebraduras de huesos y los gritos. No abundan los robots que se pueden destruir sin desparramar nada más que cables y metal. Pero no se trata de eso. La violencia realista va de la mano del tono general de la serie, pero no es el centro. El centro está en las relaciones humanas, en la aparente psicopatía de uno de los personajes, en el crecimiento personal del protagonista y en el retrato del poder.


Y así como en Invincible existe Omni-Man y en The Boys está Homelander, Jupiter's Legacy también tiene su propia versión de Superman: Utopian. Es evidente que la idea de un Dios en la Tierra atrae mucho y presenta muchas posibilidades.

Jupiter's Legacy es un cómic de Mark Millar que Netflix adaptó con gran precisión, solo para cancelar la serie sin dar explicaciones tras su primera temporada. Aún así, vale la pena revisar la versión audiovisual del cómic de Millar, ya que respeta todas sus premisas principales.


Entre ellas destaca la idea de este “Superman” viejo que se cuestiona junto a un compañero superpoderoso de mil batallas si acaso deben seguir haciendo lo mismo de siempre, o si ya es momento de intervenir directamente en conflictos como los que se eternizan en Medio Oriente.

Eso resume todo lo que hasta hace poco no se hacía y ahora sí se hace con los superhéroes. Si nacieron como seres admirables que encarnaban todo lo que fácil y universalmente se podía identificar como “lo bueno del ser humano”, han crecido para empezar a encarnar también lo complejo y lo malo.

Y, por sobre todo, lo discutible. Ahí lo enriquecedor de estas nuevas propuestas.