Iona Rothfeld: Las mujeres en el fútbol



La ex seleccionada nacional de fútbol femenino, fundadora y co-directora de ANJUFF (Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino), Iona Rothfeld, lleva a cabo una labor que atraviesa lo personal y lo profesional, sin distinción: poner al mismo nivel el fútbol practicado por mujeres que el que juegan los hombres, tanto en lo regulatorio, como en lo social.





Desde pequeña, cuando jugaba al fútbol por puro gusto e intuición, fue blanco de la discriminación de género y los comentarios despectivos que continuamente deben soportar las mujeres en las canchas. Este hecho, lejos de ser anecdótico y a pesar de que han pasado varios años, se sigue trasladando al deporte profesional, aún cuando las atletas demuestran un nivel y calidad equiparable al de las ligas masculinas. Sobre esto hablamos con Iona para que nos cuente su visión del rol que ocupa hoy la mujer en fútbol, su trabajo al frente de ANJUFF y lo que queda por hacer.










Me es difícil hablar de cambios específicos que se deberían hacer para alcanzar la igualdad en el fútbol, porque estamos hablando de un cambio que tiene que ser cultural. Lo que debe cambiar es la concepción histórico-social de un fútbol que se ha construido por y para hombres en un espacio hiper masculinizado donde el sexismo y la misoginia se disfraza de “folclore”. Esto se desprende de las entidades regentes del fútbol: las federaciones, los clubes, y la misma FIFA. No hace mucho, el ex-presidente de la FIFA, Joseph Blatter, al ser consultado por el tema del fútbol femenino, respondió que tal vez si las mujeres utilizaran indumentaria más pequeña, llamarían más la atención. Esto evidencia que la discriminación de género en el fútbol es un problema estructural, pues desde la reglamentación se ha dejado fuera la integración de los equipos, torneos, y regulación de mujeres en el fútbol.













Los cambios, el crecimiento y el desarrollo de las ligas femeninas van de la mano con cambios en la orgánica misma de los clubes, federaciones y torneos. Y esos cambios, lamentablemente, no se dan de la noche a la mañana, aún existe mucha resistencia en abrir estos espacios para nosotras, y por eso es tan importante visibilizar esta realidad y poner estos temas sobre la mesa. Parece mentira que aún, en 2021, estemos teniendo esta discusión, como si realmente mereciéramos menos por ser mujeres.





Es algo que tristemente hemos tenido que vivir desde que somos niñas: las miradas burlescas, el bullying, el “por qué no practicas un deporte para mujeres”. Desde pequeñas debemos desarrollar piel gruesa si queremos hacer lo que nos gusta; nos echan de las canchas, nos humillan, nos dejan de lado, nos acosan, nos violentan… Y todo eso traspasa la cancha. Lo personal es político y no se me ocurre una declaración más política que pararme en una cancha como mujer disidente y no aceptar un trato distinto que el que reciben los hombres. Al visibilizar nuestra realidad decimos “no merecemos esto, sino mucho más y no aceptaremos menos”. Tenemos el mismo derecho a jugar y soñar con ser futbolistas, a ser parte de uno de los fenómenos sociales más importantes del siglo XX. Este deporte es un idioma internacional, lo cual hace que sea más fácil evidenciar las diferencias y la violencia a la que estamos sujetas las mujeres por ser mujeres.





Cuando alguien me pregunta qué hago, simplemente le cuento mi historia y la gente se identifica con eso, se indignan, igual que yo me indigné al vivirlo. Esa indignación es el motor de cambio. Cuando cuento lo que he hecho, cómo vivo y amo el fútbol, cómo lo viven y aman mis compañeras, y las condiciones precarias en las que nos toca desarrollarnos, la gente empatiza con nosotras.










En ANJUFF otorgamos asesoría legal, comunicacional y de acompañamiento ante las vulneraciones a las que están expuestas las jugadoras y trabajamos directamente con la ANFP en potenciar y darle visibilidad al desarrollo del torneo femenino. Además, generamos instrumentos y alianzas para el beneficio de las jugadoras y empujamos mesas de trabajo con ONGs y ministerios para abordar la falta de estructura y regulación del fútbol femenino. Hemos desarrollado el primer protocolo contra el acoso, el abuso sexual, el maltrato y otras formas de discriminación en el fútbol femenino chileno, y logramos el Seguro Médico Universal para las jugadoras del torneo, quienes tenían incluso que hacer rifas y costearse ellas mismas las lesiones que sufrían defendiendo a los clubes. Contamos con el apoyo fundamental del Sindicato de Futbolistas Profesionales de Chile (Sifup) que nos dota de un presupuesto que nos permite hacer este trabajo, pero, aún así, postulamos constantemente a fondos para poder concretar otros proyectos y potenciar nuestro trabajo.






Gracias al trabajo que hemos hecho desde ANJUFF, se ha reactivado la Selección Nacional femenina, que llevaba más de dos años sin actividad. También logramos que se creara una gerencia de fútbol femenino dentro de la federación para trabajar exclusivamente en fútbol femenino y que éste no se enmarcara dentro del Fútbol Joven, además de conseguir traer a Chile el torneo de la Copa América y ganar espacio en las transmisiones televisivas. Fue un gran período para el desarrollo de nuestra actividad y esperamos sea sólo el comienzo. La visibilidad que logramos fomenta la inversión y el interés, se rompen los estereotipos y los clubes nos empiezan a dar el espacio y las condiciones que merecemos las jugadoras. El año pasado tuvimos un torneo de transición durante la pandemia, lo cual ni siquiera se habría planteado hace dos años en un contexto como este.










@ionarothfeld








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