COLABORACIONES ENTRE MARCAS: POR QUÉ LO INESPERADO FUNCIONA

Los cruces creativos entre marcas no son nada nuevo. Por el contrario, durante los últimos años se convirtieron en moneda corriente en la moda. Una colaboración no solo permite a una marca llegar a una nueva audiencia, sino que puede ser una buena manera de dar una nueva energía a su imagen e introducir una nueva narrativa. Puede ser, de hecho, la forma perfecta de salir de su zona de confort, tomar un ángulo distinto y hacer algo completamente nuevo y único. Para ejemplificar esto, a continuación repasamos algunas ocasiones en que dos marcas de diferentes rubros se cruzaron y el resultado fue memorable.





Quizás uno de los ejemplos más claros respecto a por qué en el terreno de las colaboraciones, lo inesperado hace sentido, sea IKEA x Off-White. Virgil Abloh nunca ha sido nada tímido a la hora de acercarse a grandes marcas y este cruce con el gigante sueco permanece como uno de los más interesantes en su haber.



La historia entre ambas marcas comenzó en 2017, poco después de que Balenciaga lanzara aquel bolso azul muy “parecido” a la famosa bolsa frakta de IKEA, pero con un valor de 2000 dólares. Y comenzó con algunos rumores, hasta que IKEA lo confirmó publicando en Instagram una foto del diseñador creando una versión café de la frakta bag, con la palabra “SCULPTURE” impresa. (Recordemos que en esta época, el nombre de Abloh sonaba en todos lados y todos querían colaborar con él).



Tras varios teasers, finalmente IKEA y Off-White lanzaron en 2019 su primera línea de productos, titulada “MARKERAD” y pensada especialmente para el público millennial. "Nos fijamos en esa primera fase de la vida adulta, cuando empiezas a hacer compras para tu espacio. En gran medida, la gente crece en el entorno de sus padres. Nunca han tenido que pensar en los muebles. Luego, cuando se independizan y tienen su propia estética, ¿cuáles son sus primeras compras? Me interesa pensar en cómo se informan esas compras", dijo el diseñador en su momento, afirmando que ese era el proyecto de diseño más grande que había aceptado hasta entonces, ya que tenía un gran potencial para educar al consumidor.


 

La colección de objetos creados bajo la dirección creativa de Abloh incluyó, por ejemplo, un reloj con la leyenda “TEMPORARY”, distintas alfombras, una de ellas con diseño de ticket de la tienda, y un mueble exhibidor para guardar las zapatillas como obras de arte. “Entiendo que IKEA ya tiene muebles exhibidores, así que mi rol fue pensar en cosas que no hicieran y que fueran lo suficientemente potentes”.
Nike también tiene varias colaboraciones extrañas-pero-encantadoras en su archivo. ¿Recuerdas la vez que lanzaron una Air Force 1 con Sharpie? No hablaremos de esa en esta ocasión, sino de una aún más rara: la Chunky Dunky. La SB Dunk Low creada junto a la marca de helado Ben & Jerry’s.



La inspiración de este osado diseño fue tomada del sabor “Chunky Monkey” de Ben & Jerry’s, imitando los elementos que presenta el envase, con una explosión de tonos, estampados y texturas. El par de zapatillas hasta venía con packing especial, una caja cilíndrica con forma de pote de helado. Ningún detalle quedó afuera. Y gracias a lo inesperado de la colaboración y el resultado, estas Dunk fueron uno de los lanzamientos más relevantes del 2020.


Hay muchas otras colaboraciones que podríamos mencionar, pero no podía faltar aquí la marca que viene haciendo cruces creativos desde hace quizás 25 años y que ya tiene de todo en su catálogo. Hablamos nada más ni nada menos que de Supreme. La firma de James Jebbia ha colaborado a través de los años con músicos, artistas visuales, varias marcas de zapatillas, una marca de cerveza, dibujos animados, Playboy, Campbell’s, los New York Yankees y la lista es interminable.


Sin embargo, queremos destacar una colaboración que causó furor cuando se dio a conocer en 2017: Supreme x Louis Vuitton. Técnicamente no son dos marcas de rubros diferentes, pero sí son dos mundos distintos. Esa fue la gran gracia de por qué resultó tan bien, porque fue el choque perfecto entre el streetwear y la alta moda. Fue uno de los momentos en que se hizo más evidente que las marcas de lujo no tenían otra opción más que aceptar que ellas ya no marcaban el paso de lo que sucedía en la moda y que debían dar un completo vuelco hacia los looks deportivos y urbanos.

Lo irónico de esta colaboración es que en el año 2000, la casa de moda francesa inició una demanda contra Supreme por imitar su logo en una serie de productos (tablas de skate, beanies, poleras). Hasta se exigió que estos artículos fueran quemados para evitar que volvieran a circular. Diecisiete años después, la historia fue otra. La colaboración resultó en una  línea de 60 prendas. “Ninguna conversación sobre Nueva York está completa sin mencionar a Supreme” dijo Kim Jones, entonces director creativo de LV. “Ahora podemos decir que ninguna conversación sobre Louis Vuitton está completa sin mencionar a Supreme”.