Crocs: comodidad para todos


Crocs nació en 2002 como una de las marcas de calzado más singulares de la industria. Estos “zapatos de goma con huecos” de aspecto tosco eran diferentes a todo lo que existía en el mercado en ese momento y su estética causó incomodidad en muchos. Estaban los que las odiaban, los que las usaban a modo de “placer culposo” solo en casa y los que se animaban a ponérselas para salir a la calle, sin importar el qué dirán e imponiendo su estilo. Ellos fueron los que las convirtieron en un ícono. Hoy, ofreciendo múltiples diseños y habiendo vendido más de 100 millones de pares, las Crocs son reflejo del atreverse a romper esquemas y buscar autenticidad por medio de la personalización.









¿Pero cómo una marca que hace unos años fue catalogada como de zapatos feos puede ser hoy tan popular?

Crocs lleva casi dos décadas generando amores y odios. Diseñadas inicialmente para personas que navegan o trabajan en el mar, hoy son usadas por trendsetters, artistas, médicos, adultos, niños. Siendo un artículo transversal para todas las edades y estilos.


Hay varias teorías que hablan de su crecimiento. La pandemia ha cambiado la manera en que nos relacionamos y nos vestimos, prefiriendo estar cómodos por sobre todas las cosas. Palabras como “bienestar” y “confort” hoy están mucho más integradas en nuestra vida cotidiana. Esto ha favorecido mucho a Crocs y su producto basado en la comodidad.














Sin duda, el nuevo estilo de vida al que nos hemos visto enfrentados provocó un aumento en su demanda, pero la realidad es que las Crocs llevaban ya un tiempo en ascenso, convirtiéndose no solo en una tendencia, sino en un objeto de culto. La marca ha sabido darle valor a su zapato a través de colaboraciones con firmas expertas en convertir productos en íconos, como Christopher Kane y Balenciaga, así como trabajando con artistas que reivindican la moda, como Bad Bunny y Post Malone. “Me encantan. Y me da igual lo que la gente piense”, comentó Christopher Kane cuando las subió a una pasarela en 2017.

















En el 2007, la revista estadounidense Slate se refería a Crocs como un fenómeno: “Las Crocs representan una forma de rebelión capitaneada por los que priorizan el confort. Cuando suficiente gente se deja ver con calzado feo pero cómodo, otros les siguen, liberándose de limitaciones”.

Uno de los pilares de la marca “Come as you are”, habla precisamente de eso, de atreverse a ser uno mismo. Heidy Cooley, Jefa Global de Marketing, lo explica así: “Nos dimos cuenta de que éramos distintos y únicos como marca, y que teníamos muchos fans alrededor del mundo que se identificaban con ese sentimiento. ‘Come As You Are’ es celebrar la diversidad y a su vez, el ser único. Nuestro zapato es un lienzo increíble para reflejar lo que sea que sientas hoy”. Porque sí, además de que existen más de 120 estilos de Crocs, también existen los pines Jibbitz para customizarlas a tu gusto.















 



Es cierto que cuantas más críticas recibe un objeto, más necesario se convierte para el público querer llevar la contraria. Así nació, por ejemplo, el citadísimo normcore (ese elogio a la normalidad que estaba lejos de ser normal y del que los zuecos de la firma Crocs fueron parte integrante).



Hoy podemos decir que las Crocs nos han demostrado que la autenticidad es el camino a seguir y que no tenemos que tener miedo al qué dirán mientras seamos fieles a nuestro estilo.







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